Se debe incrementar el presupuesto de Fondecyt con el fin de corregir las anomalías e injusticias, pero no basta con atender esta urgencia
En nuestro país, el Estado financia la mayor parte de la investigación en ciencias y humanidades a través del Fondo Nacional de Desarrollo Científico y Tecnológico (Fondecyt). El alto grado de selectividad de los proyectos y la pertinencia de los procesos de evaluación hacen que Fondecyt defina estándares para la investigación nacional y así colabore decisivamente para que la investigación que se realiza en Chile sea reconocida globalmente.
Durante los últimos años, el presupuesto de Fondecyt no ha crecido al mismo ritmo que la comunidad de investigadores. Si en el año 2009 quedaban sin financiamiento un total de 958 propuestas, en 2015 este número ascendió a 2.480. El incremento en la demanda está ejerciendo una presión sin precedentes sobre Fondecyt; obligado a desechar talento por falta de fondos, el programa recibe críticas de académicos e investigadores, que lo desacreditan frente a la opinión pública.
Sin duda se debe incrementar el presupuesto de Fondecyt con el fin de corregir las anomalías e injusticias que se están produciendo. Sin embargo, no basta con atender esta urgencia. Necesitamos más investigadores si queremos acercarnos a los promedios de los países desarrollados. La Comisión Presidencial Ciencia para el Desarrollo —que funcionó durante 2015— concluyó que el número de investigadores debe aumentar de los 10.292 que había el año 2015 a 36.645 el año 2030. Años atrás, el Estado invirtió en programas de becas y en el fortalecimiento de doctorados nacionales, lo que representa una buena estrategia para acercarnos a ese objetivo. Sin embargo, no haber planificado la reinserción de los jóvenes doctorados constituyó un error grave.
No se puede descansar sólo en Fondecyt para resolver la situación laboral de miles de jóvenes que no encuentran hoy la estabilidad requerida para iniciarse en la carrera para la que fueron preparados por largo tiempo. Junto con el aumento de financiamiento, es preciso tener una visión del sistema en su conjunto, que articule y potencie las distintas instituciones competentes. Además de incentivar la incorporación de investigadores al sector privado y estatal, tenemos hoy una oportunidad única para vincular el fortalecimiento de las ciencias y humanidades con las capacidades de investigación de las universidades, en el marco de la nueva ley de educación superior. Es también momento de recurrir a los centros de excelencia e incorporar en ellos un número significativo de nuevos investigadores. No debemos desperdiciar los esfuerzos que la sociedad chilena ha hecho durante los últimos años.
Andrés Couve, Facultad de Medicina e Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica, U. de Chile Juan Manuel Garrido, Facultad de Filosofía y Humanidades, U. Alberto Hurtado Cecilia Hidalgo, Premio Nacional en Ciencias Naturales, Facultad de Medicina e Instituto Milenio de Neurociencia Biomédica, U. de Chile
Fuente: lasegunda.com
Este articulo ha sido leído2980veces!